miércoles, 26 de agosto de 2009

14. I Want You Back (Jakson 5)






¿Con qué cara se presenta uno en clase después del fallo garrafal que había cometido?
Con cara de circunstancias, un intento de cara de póker que no conseguía ocultar que tenía un nudo en el estómago de tamaño de un balón de baloncesto.
-Buenos días... - saludé, sentándome en mi sitio.
Delilah y Paul se levantaron de un salto y vinieron hacia mí.
Francis me dedicó una mirada de odio que ya esperaba recibir. Tiffany, una de admiración que también me esperaba, ya que Bel también era su competencia.
-¿Qué ha pasado? - preguntó Delilah, sentándose en mi mesa
-¿Con lo de Bel? - pregunté
Paul sacudió la cabeza, quitándole importancia al asunto.
-Bel tiene unos prontos insufribles. Ya se le pasará - dijo - Lo decimos porque normalmente, a primera hora de la mañana sólo eres capaz de decir "mnsnos días'' y eso si tenemos suerte.
-No tienes muy buen despertar que se diga - añadió Delilah
-Menos mal que no veníais a machacarme, ¿no? - les dije, empezando a sacar los libros de la mochila
-Va, ahora en serio - dijo ella - ¿Qué es lo que ha pasado entre ayer y hoy para ocasionar este gran cambio de humor?
Torcí la boca, pensando si debía invemntarme alguna excusa o soltárselo siomplemente. por desgracia, no tenía suficiente imaginación como para explicar ese cambio de humor que no fuera haber ganado la lotería. Y no era demasiado creíble.
Cogí aire, clavando la vista en los libros.
-¿Os acordáis de aquella chica de la que os hablé? - pregunté - A la que le había cantado en su cumpleaños...
Asintieron, como buenos expectadores, pero no dijeron nada.
-Pues está durmiendo en un colchón en el suelo de la habitación de mi hermana - rematé.
Delilah ahogó un chillido.
-¡Sabía que te gustaba! - exclamó.
-Si ni siquiera la conoces...
-¿Y os habéis liado o algo? - preguntó Paul, enarcando una ceja.
-No - respondí, tajante
Sacudió lña cabeza.
-Panoli. - bufó.

lunes, 24 de agosto de 2009

13. A Hand To Hold ( The Goldbergs)






Con una toalla sobre los hombros y chorreando agua por cada mechón de pelo, me dejé caer en una de las tumbonas dispuestas en torno a la piscina. Parecía que habíamos dado un salto hacia atrás en el tiempo, como si fuera alguna de esas películas de ciencia ficción que ponían por las noches de verano en el descampado de nuestro antiguo barrio.
¿Por qué se me daba por hacer esa comparación?

La aparté de mi cabeza en un segundo.

-¿Y cómo es qué estás esperando tú sola? - le pregunté.

-Era o esto y o ir con tus padres al trabajo - sonrió - Pero pensé que ibas a volver más tarde...

Bajé la mirada hasta clavarla en el suelo.

-Hubo un cambio de planes - improvisé.

Debía ser cierto eso de que las cosas importantes suceden todas de golpe...

-Eso suena a malas noticias - observó.

-Es muy complicado de explicar

-Ya empezamos... - suspiró.

Sonreí, tumbándome boca arriba sobre la toalla.

-¿Ya empezamos a qué? - le pregunté

-A cerrarnos en banda.

¿Cuánto tiempo hacía que no mantenía una conversación en castellano? Hasta con mi hermana y mis padres hablaba habitualmente en inglés.

Qué difícil era seguir el hilo de lo que estábamos hablando cuando tenía tantos detalles en los que fijarme...

martes, 4 de agosto de 2009

12. She (The Sunday Drivers)



Hay personas que en mi situación habrían maldecido a todos los dioses del firmamento, habrían tenido que aguantar las lágrimas a duras penas, habrían dado la vuelta corriendo para pedir perdón.
Pero yo no soy de esas personas.
Por eso, en el momento en que llegué a mi casa, me fui directamente a la piscina.
Nadar siempre ha servido para despejarme las ideas, y tenía un par de horas antes de que Margot llegara a casa. Mis padres no volverían hasta la hora de cenar y para entonces ya habría conseguido desterrar lo sucedido en algún rincón alejado de mi mente.
Me incliné sobre las superficie en calma del agua. A esas horas, la urbanización estaba totalmente desierta. Mis dedos rozaban la superficie líquida, pero mi mente volaba a mucha distancia...
Tal vez por eso no me di cuenta de que caía hasta que mi cuerpo chocó contra el agua helada.
Braceé angustiado para salir de nuevo a la superficie, para encontrar de nuevo aire con que llenar mis pulmones. Nadé con brazadas torpes hacia el bordillo de la piscina, tosiendo y escupiendo agua. Y escuchando una risa demasiado familiar en mis oídos.
Levanté la vista, haciendo visera con la mano para protegerme del sol.
Una chica morena, vestida con una amplia camiseta de blink-182 por encima del bañador y unas gafas de sol sobre sus ojos, luchaba por aguantar las carcajadas que salían de sus labios.
-Deberías haber visto la cara que has puesto - dijo, levantándose las gafas de sol.
Una mirada verde se clavó en mis ojos.
-¿He... Helena? - balbuceé.
Ella enarcó una ceja.
-No, el fantasma de la Navidad pasada - ironizó, tendiéndome la mano para ayudarme a salir del agua.
La cogí.
-Esto... ¿Llevas algo de valor encima? - pregunté.
Helena negó con la cabeza suavemente una milésima de segundo antes de que tirara de ella y aterrizara en el agua a mi lado.