sábado, 6 de junio de 2009

Prologue: Highway to Hell (AC/DC)


Tal vez sea la última persona que crea en el amor a primera vista.
De echo, he tardado casi cuatro años en darme cuenta de que llevo casi todo este tiempo enamorado de la misma chica. Supongo que estaréis pensando que esta es la típica historia de amor, en la que llego al aeropuerto en el momento en que ella se va a marchar de la ciudad y consigo que se quede a mi lado...
Bueno, pues lamento decepcionaros. Porque para empezar, fui yo el que se marchó.
Debería empezar a contaros la historia desde el principio. O, según como se mire, desde el final. Mi madre no podía elegir mejor momento para las malas noticias de la hora de la comida, cuando estábamos los cuatro sentados a la mesa.
Pasó alternativamente la mirada de mi hermana a mi, con esa cara que pone siempre que nos mira. Por un momentó pensé que iba a empezar de nuevo con su perorata de lo poco que nos parecemos. Uno moreno, la otra pelorroja.
-Margot, Adam. - empezó, poniéndose seria- Nos mudamos a Manchester en cuanto acabe el verano.
Margot se atragantó con la comida.
-¿Manchester? - repetí.
Llevábamos toda la vida viviendo en Santander, llendo al mismo colegio, con los mismos amigos y los mismos sitios que visitar. Y ahora nos imponían no solo un cambio de país, si no un cambio de vida.
- A vuestro padre le han trasladado allí - continuó nuestra madre
-Ya veréis como os encanta - añadió nuestro padre.
Mi hermana terminó de toser, mirándome con cara ansiedad.
-Decidme que es coña - suplicó.
Obviamente, no lo era.
Pero no se tomó la noticia ni la mitad de mal que la chica a la que me refería al principio.
Helena. Su mejor amiga y, o al menos eso creía, la mía.
-Decidme que es coña- dijo ella también, palideciendo.
Nos quedaban apenas dos meses de verano, que pasaron tan deprisa que no nos dimos ni cuenta. Hasta que llegó el momento de la despedida. La despedida de los amigos de toda la vida, de la familia que dejábamos atrás y, por consecuencia, de ella.
Helena, su pelo castaño y sus ojos verdes se convertitía en otro recuerdo de una vida pasada que tendría que conformarme con recordar por las noches.
-Bueno, Adam. Acuérdate de mí un poco, ¿vale? - pidió, mientras los altavoces anunciaban nuestro vuelo.
Asentí, sin saber que decir. Margot me dio un codazo.
-¿Ni un abrazo ni nada? - se quejó
Iba a decir algo, pero Helena se adelantó, rodeándome con sus brazos.
-Te voy a echar de menos, idiota... - me dijo, dándome un beso en la mejilla.
-Yo más.
Se quedó allí, despidiéndose con la mano hasta que embarcamos.
Ni persecución, ni declaración. Lo siento.
LLegué a pensar que era el final, empezar de cero, olvidarlo todo... pero una vez más ella me demostró que me equivocaba.

1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Me ha encantado el prólogo. Está interesante. ¿Volverán a verse Adam y Helena?

    Obviamente. xD

    Por cierto, las imágenes están geniales... me das envidia!! U.U

    ¿¿TE GUSTA LA REINA DE LA LAGUNA?? ¡Es de mis libros preferidos! Pensaba que no lo conocía nadie más que yo... Soy feliz!! T^T

    En fin, cuida bien de bichito y sigue escribiendo, pronto y presto!!

    Un beso!! Voy a ver si aprendo a superarte con el photoshop... jejeje.... ¬¬

    MUACK!!

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